Sin embargo, estos elementos fueron retirados en 1916, al mismo tiempo que se edificó un nuevo pórtico.
[7] Durante la época colonial era común que las personas enterraran a los difuntos en “tierras santas” y eso se refiere a los templos y conventos, específicamente en los atrios.
Esta parte del Templo se subdivide en dos secciones, la primera es donde actualmente se pueden encontrar nichos con restos óseos y cenizas de difuntos, todos de diferentes épocas, esta parte corresponde a las criptas.
Desde que se fundó la orden de los terceros, estos realizaban sus actividades litúrgicas y sus reuniones en las dependencias del templo de San Diego, así como del convento.
En el año de 1724, los Terceros decidieron realizar su propio espacio que contaría con capilla y dependencias necesarias.