Teoría motora de la percepción del habla

Más adelante, este mimetismo manifiesto haría corto circuito y se convertiría en percepción del habla,[9]​ sin embargo, este aspecto de la teoría abandonó con el descubrimiento de que los lactantes menores prelingüísticos ya podían detectar la mayoría de los contrastes fonéticos utilizados para separar los diferentes sonidos del habla.

[12]​ Inicialmente, se asumió que la percepción del habla se vinculaba con objetos del habla, los cuales eran: Posteriormente, esto se revisó para incluir gestos fonéticos en vez de comandos motores [1]​ y luego los gestos planeados por el hablante a un nivel lingüístico pre-fonético, en vez de los movimientos reales.

Así mismo, la consonante sajona /d/ puede tener variaciones de detalles acústicos en diferentes contextos fonéticos (la /d/ de /du/ técnicamente no suena igual que la de /di/, por ejemplo), pero todas las /d/ que percibe un oyente pertenecen a una misma categoría (oclusiva alveolar sonora) y esto se debe a que "las representaciones lingüísticas son segmentos fonéticos abstractos y canónicos o los gestos que subyacen a estos segmentos".

[21]​ Existe evidencia de que la percepción y la producción están generalmente acopladas en el sistema motor, esto está respaldado por la existencia de las neuronas espejo que se activan tanto al ver (u oír) una acción, así como cuando esta acción se lleva a cabo.

[27]​ La teoría motora de la percepción del habla no es muy considerada en el campo de la percepción del habla, aunque es más popular en otros campos como la lingüística teórica.

Como resultado, "la percepción del habla a veces se interpreta como una referencia a sí misma en el nivel subléxico, no obstante, el objetivo final de estos estudios es comprender los procesos neuronales que respaldan la capacidad de procesar sonidos del habla bajo condiciones ecológicamente válidas, es decir, situaciones en las que el procesamiento exitoso de los sonidos del habla finalmente conduce al contacto con el léxico mental y la comprensión auditiva".

[33]​ Se ha sugerido que las aves también escuchan el canto entre ellas en términos de gestos vocales.

Cuando oímos palabras pronunciadas percibimos que están formadas por sonidos auditivos. La teoría motora de la percepción del habla sostiene que detrás de los sonidos que oímos están los movimientos intencionados del tracto vocal que los pronuncia.