El trabajo de Pasteur en la prevención de las infecciones en las bebidas le llevó a descubrir que se debían a microorganismos, y le condujo por el camino de ser el primer científico en demostrar que la teoría era válida y a popularizarla en Europa.
[3][4] Béchamp impugnó enérgicamente esta opinión ofreciendo una idea en competencia conocida como la teoría pleomórfica de la enfermedad.
Al proporcionar agua potable y saneamiento, existía un entorno menos propicio para el desarrollo de patógenos y las tasas de mortalidad disminuyeron drásticamente.
Muchos quiroprácticos creen que la inmunidad es una función de la alineación de la columna vertebral y la capacidad del cerebro para comunicarse de manera eficiente con el cuerpo y que tiene poco o nada que ver con patógenos externos.
[1][2][3][12] Otra afirmación popular de la comunidad anti-vacuna es que todas las enfermedades son causadas por toxemia debido a prácticas de salud y a una dieta inadecuadas.