[15] Según el ministerio del Interior, se informó la asistencia de 21 mil personas en las marchas a nivel nacional.
[32] Producto de los enfrentamientos, hubo 8 heridos (4 policías y 4 manifestantes), según detalló el ministro del interior, Vicente Romero.
[36] Los detenidos fueron identificados como: Miguel Hidalgo Alejo, Jorge Ramírez Carvajal, César Garrido Gutiérrez, Sebastián Chanco Rebaza, Richard Aguilar Fernández y Joselyn Vilca Tintayo.
[50] Además del rector de la UNI, Pablo Alfonso López[51] y Rosa María Palacios.
[52] Además del Partido Morado[53] y Perú Libre,[54] el movimiento etnocacerista se hizo presente en las movilizaciones.
Según Sutran, para finales del día, el 95 % de las carreteras se encontraron despejadas.
[63] Se registraron movilizaciones en 1 provincia según el reporte de la Defensoría del Pueblo.
[66] Se registraron enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en la Plaza San Martín,[65] declarada zona intangible por la municipalidad de Lima.
[65] Mientras, en la Plaza San Martín, se reportó que un agente policial intentó quitar la protección de una manifestante.
[70] Mientras tanto, un grupo de brigadistas fueron captados portando en sus carretillas bombardas para luego lanzarlos a la policía.
[71] Uno de los brigadistas que lanzó bengalas contra la policía, identificado como Vladimir Molina Espinoza, fue detenido.
[72] Según el reporte de la Defensoría del Pueblo, se registraron movilizaciones en 2 provincias.
[73] El alcalde de Ácora, Hernán Crisisto, se arrodilló ante los pobladores y dirigentes comunales pidiéndoles perdón por reunirse con la presidenta Dina Boluarte diciéndoles: "Hermanos, autoridades, pido perdón a mi pueblo por haberme reunido (con Dina Boluarte).
Previamente, los pobladores le habían reclamado su accionar de viajar a Lima para reunirse con Boluarte.
Él se comprometió, ojalá cumpla su palabra; si otra vez traiciona al pueblo, podría venir su revocatoria".
El CNUL sacó un comunicado donde afirmaba que habían marchado en Lima más de 100 mil personas y 1 millón en las regiones.
César Tito Rojas, del SUTEP-Puno, anunció el viaje de 300 docentes a Lima para las manifestaciones.
[89] Mientras tanto, tras una reunión, pobladores de San Antón, Azángaro, anunciaron que los días 27, 28 y 29 de julio iban a bloquear la carretera interoceánica, empezando la jornada desde las cero horas del día 27 y culminando con un mitin el 29.
Tras intentar sin éxito contener a los manifestantes, las autoridades se refugiaron en el interior de la municipalidad.
[98] El CNUL hizo una conferencia donde anunció fuertes movilizaciones para los días 28 y 29 de julio.
[104] En Trujillo, Noa Díaz Uriarte, integrante del Comando Unitario Regional La Libertad, indicó que las movilizaciones se llevarían a cabo hasta la renuncia de Boluarte.
En Ayacucho, manifestantes protestaron en rechazo de Boluarte y del gobernador regional, Wilfredo Oscorima.
[111] En Carabaya, manifestantes tomaron las instalaciones de la municipalidad provincial debido a que su alcalde, Edmundo Cáceres, se había reunido con Boluarte.
Estamos dispuestos a dar nuestra vida por recuperar la democracia, aquí estamos viviendo una dictadura cívico-militar conducida por la señora Dina Boluarte.
[116][117] Por su lado, ciudadanos formaron largas colas para poder transitar a sus lugares de destino.
Se reportó que los manifestantes retrocedieron a la Plaza San Martín, posteriormente fueron dispersados con bombas lacrimógenas.
[124][125] Además, señaló que se viene resarciendo económicamente a los deudos de las víctimas (tanto fallecidos como heridos) y declaró que extiende su "mano y propongo firmar un pacto de reconciliación, un pacto por la vida, por la paz, por la justicia, por la igualdad".
[126][127] Los aimaras, por su parte, en Puno, no aceptaron el perdón de la presidenta y señalaron que continuarían las manifestaciones.
[128] Se registraron enfrentamientos en la plaza Dos de Mayo entre la policía y los manifestantes que intentaban dirigirse al desfile militar.
[146] Algunos congresistas de tendencia liberal-conservadora como María del Carmen Alva[147] y Mauricio Mulder[148] negaron que las marchas tuvieran una repercusión exitosa.