Theresienstadt (película)

El film debía completar el engaño presentando el campo como un idílico lugar de veraneo.

Kurt Gerron, director de cine judío alemán interno en el campo fue obligado por la Gestapo a dirigir la película.

[6]​ Como ha señalado Sylvie Lindeperg, la película «superó en engaño a la visita organizada para la Cruz Roja.

Además las deportaciones habían desmembrado trágicamente a las familias, hasta el punto que era difícil encontrar tres generaciones de una misma estirpe reunidos en el campo.

[7]​ Por otro lado, en la escena del hospital las personas que aparecen en las camas presentan buen aspecto ―y muestran caras felices, lo que no deja de ser absurdo― porque los verdaderos enfermos habían sido deportados a los campos de exterminio donde fueron asesinados.

Tras una proyección preliminar a principios de abril de 1945 a miembros del gobierno y las SS, hubo otras para grupos humanitarios internacionales en Theresienstadt ese mismo mes.