Ingresó en el Departamento de Estado de los Estados Unidos en 1942 y rápidamente fue escalando puestos hasta convertirse en un personaje importante en la diplomacia estadounidense.
Trabajó para influenciar en los asuntos internos de numerosos países latinoamericanos, por lo general priorizando el factor político o diplomático por delante de la intervención militar directa.
Tras la llegada a la presidencia de Lyndon B. Johnson en 1963, Mann ocupó varios cargos de gran importancia dentro del Departamento de Estado que le consolidaron en Estados Unidos como persona de autoridad respecto a asuntos de América Latina.
[2] Esta política, que se alejaba de la línea moderada de la Alianza para el Progreso llevada a cabo por Kennedy años antes,[1]recibió el nombre de Doctrina Mann.
[3] Con esta, anunció que Estados Unidos resguardaría a toda república que se viera amenazada por facciones comunistas, para proteger las inversiones de su país, cooperando así con dictaduras militares de Latinoamérica.