Tifón (mitología)

En la mitología griega, Tifón,[1]​ Tifeo,[2]​ Tifoeo[3]​ o Tifaón[4]​ (en griego antiguo Τυφών Typhôn, Τυφάων Typhaôn, Τυφωεύς Typhôeus o Τυφώς Typhôs, de τῦφος typhos, ‘humo’; en latín Typhon) es una divinidad primitiva relacionada con los huracanes.

[7]​ Arrojaba pedruscos ardientes contra el cielo y amenazaba a los mismos dioses.

Instigado por la Tierra desafió a Zeus para derrocar su gobierno pero este le fulminó con un rayo.

[7]​ Tenía forma humana hasta los muslos y pero su descomunal tamaño sobrepasaba todos los montes.

Su cabeza a veces tocaba las estrellas y en cuanto a sus manos, una alcanzaba el occidente y otra el oriente; de ellas salían cien cabezas de dragones (‘serpientes’).

Su cuerpo estaba cubierto de alas, sobre su cabeza ondeaban cabellos sucios y además arrojaba fuego con los ojos.

Le confiere rasgos de serpiente acuática (hydra) y dice que era un ser extremadamente venenoso; en naturaleza era igual a las «víboras ponzoñosas».

En total Tifón poseía rostros de serpientes, leopardos, leones, bueyes y jabalíes.

Cilicia, Siria, Lidia o la isla de Isquia fueron las posibilidades que el geógrafo barajó.

[27]​ Píndaro llama a Tifón cilicio y dice que Zeus lo mató entre los árimos.

[29]​ Estrabón también dice que cruzando al otro lado del golfo de Iso, en la antigua Siria, se encontraban el monte Casio (actual Qasioun) y el río Orontes, lugares asociados a la batalla de Tifón contra Zeus.

Unas veces para entenderse con los dioses y otras veces emitían rugidos y mugidos de toro, león salvaje, cachorro o serpiente, pero todas sus voces hacían eco en las cimas de las montañas.

Quizás hubiera gobernado sobre dioses y hombres de no ser porque Zeus se opuso a él.

Enormes olas se precipitaban sobre las costas y el mundo entero fue preso de estruendo indescriptible que incluso a los dioses olímpicos horripiló.

Esta obra dice que al principio Zeus fulminó a Tifón desde lejos y cuando lo tuvo cerca lo derribó con una hoz de acero.

Luego lo transportó sobre sus hombros a través del mar hasta Cilicia y al llegar lo abandonó en la cueva Coricia (korukion atron).

Este recobró su fuerza, e inmediatamente, transportado desde el cielo en un carro de caballos alados, persiguió con sus rayos a Tifón hasta el monte llamado Nisa, donde las Moiras engañaron al fugitivo, que, persuadido de que así se fortalecería, comió los frutos efímeros.

De nuevo acosado llegó a Tracia y combatiendo cerca del Hemo arrojó montes enteros, que al rebotar sobre él a causa del rayo le hicieron derramar abundante sangre en la montaña: por ello dicen que la montaña se llama Hemo («sangriento»).

[38]​ Sobre la transformación de los dioses en animales para huir de Tifón las fuentes citan a los siguientes: Zeus en carnero,[39]​ Hera en vaca blanca,[39]​ Apolo en milano[7]​[40]​ o cuervo,[39]​ Hermes en ibis,[7]​[40]​[39]​ Ares en pez «lepidoto»,[41]​[7]​ Artemisa en gata,[7]​[40]​[39]​ Dioniso en macho cabrío[7]​ o cabra,[39]​ Heracles en cervatillo,[7]​ Hefesto en buey,[7]​ Leto en musaraña,[7]​ Pan en un híbrido entre pez y cabra,[40]​ Afrodita y Eros en peces[42]​[39]​ y el resto de dioses se metamorfoseó como pudo.

[40]​ Según la fuentes griegas se puede ver un paralelo claro en Zeus con Amón, Hera con Hathor, Apolo con Horus, Artemisa con Bastet, Dioniso con Osiris, Hefesto con Ptah y Afrodita con Atargatis o Derceto (la diosa siria).

Zeus habría aniquilado a Gea de no ser por sus palabras: si ella era destruida el mundo volvería al Caos.

[48]​ Según Esquilo, Prometeo sintió compasión al ver a Tifón suyugado en el fondo del Etna mientras Hefesto, instalado en su cumbre más alta, se dedica a la forja del hierro.

[49]​ Los hay quienes dicen que Tifón huyó hasta el Cáucaso y cayó finalmente junto al lago Bardawil.

[64]​ Por sí mismo Tifón fue el padre de los peligrosos vientos cálidos (Ἀνέμοι θύελλαι, anémoi thúellai);[65]​ del griego typhein, ‘echar humo’, por lo que es considerado como una posible etimología para la palabra «tifón», supuestamente tomada por los persas como طوفان Tufân y por los árabes para incluir las tormentas ciclónicas del Océano Índico.

[74]​ En otra fuente Tifón luchó contra Atenea, junto con Mimante, Porfirión y Encélado.

Sin embargo, Zeus se enfrenta a un adversario final, Tifón, al que derrota rápidamente.

[88]​ Pitón también estaba quizás conectado con una cueva Coricia diferente a la de Cilicia, ésta ubicada en las laderas del Parnaso sobre Delfos.

[89]​ Mientras que Alejandro Magno intentó conciliar el helenismo con el judaísmo, equiparando a Zeus con Yavé, dado que algunos judíos le reconocían como el Mesías (Chréstos, Soter) que los liberó de los persas (los judíos ya habían hecho lo mismo con Ciro el Grande cuando este a su vez los liberó del cautiverio de Babilonia), su sucesor seléucida Antíoco IV Epífanes vio en Yavé al «Tifón semita» y al judaísmo como un culto demoníaco cuyo propósito era destruir el culto a los dioses y sumir a la humanidad en la oscuridad, por lo que intentó destruirlo y reconvertir el templo de Jerusalén en un centro de adoración a Zeus.

Tifón en un mural etrusco .