Estos se marcharon después de que España pagara 25.000 ducados y tras saquear la ciudad a su antojo.
Mandaron un contingente de 30 jinetes a luchar contra los ingleses, pero perdieron el combate y tuvieron que retirarse.
Solamente hubo un muerto en la toma de la ciudad, el bachiller Francisco Tostado, que muere por un disparo hecho desde un barco.
Una vez allí, comienzan el saqueo y destrucción de la ciudad e incendian varios barcos españoles que se encontraban en el puerto.
Los españoles iniciaron negociaciones, y se acordó el pago de 25.000 ducados para que abandonaran la ciudad.