En diciembre de 1938 el servicio fue cancelado y sus rieles desmantelados durante la década del 40.
Bahía Blanca fue la tercera ciudad argentina en suprimir su sistema tranviario -luego de Corrientes y Salta-, camino que seguirían años luego las restantes urbes que contaban con este medio de transporte.
Las líneas fueron administradas por el FCS hasta 1926, cuando se le entregó su concesión a las Empresas Eléctricas Bahía Blanca S.A, subsidiaria de la Compañía Ítalo Argentina de Electricidad (CIAE).
[8] Bajo esta administración el servicio se tornó deficitario y comenzó a sufrir la competencia de los ómnibus.
[9] En julio de 1937, el intendente Martín Dithurbide (del conservador Partido Demócrata Nacional),[10] presentó un proyecto al Concejo Deliberante para que se levantara el servicio tranviario, aludiendo a su ineficiencia, escasa utilidad y entorpecimiento al tráfico vehicular.