El tranvía eléctrico (en portugués, elétrico AO), que en las grandes ciudades como en Lisboa u Oporto, hace recorridos típicamente turísticos, aunque no exclusivamente.
Los tranvías eléctricos llegaron a Portugal en Oporto (1895), Lisboa (1901), Sintra (1904), Coímbra (1911) y Braga (1914).
Apolónia) y el extremo oeste de Aterro da Boa Vista (Santos).
La flota se guarda en el parque de Massarelos, junto al Museo del tranvía eléctrico.
Durante décadas, con más o menos líneas, fue un modo eficaz de transporte para los ciudadanos.