En Francia se mantienen en Lille, Saint-Étienne y Marsella, aunque reducidos a una única línea.
El concurso trata de definir el modelo de tranvía normalizado francés del futuro, para ser implantado en ocho ciudades: Burdeos, Grenoble, Nancy, Niza, Ruan, Estrasburgo, Toulon y Toulouse.
En cualquier caso Nantes fue la primera ciudad francesa en tener un tranvía moderno, en 1985, que se caracteriza por tener via propia, fuera de las vías de circulación normales y tomar la corriente por catenaria y pantógrafo.
Estrasburgo, tras pasar bastante tiempo estudiando un Vehículo Automático Ligero (VAL), se convertirá en la primera ciudad francesa en estudiar conjuntamente los proyectos de recalificación urbana con la implantación del tranvía, poniendo en tela de juicio el lugar adjudicado al automóvil en las vías urbanas.
A estas ciudades les seguirán pronto muchas otras, como Montpellier, ayudadas por una política estatal de ayuda a las inversiones en infraestructuras de transporte, que finalizó en 2003 y provocó muchas inauguraciones hacia los años 2000.