[3] Como Carlos Gustavo exigía a cambio obtener los puertos prusianos de Pillau (Baltiysk) y Memel (Klaipėda), Federico Guillermo declinó la oferta y firmó una liga defensiva con la República holandesa en 1655.
[7] Esto le permitió a Federico Guillermo aumentar el precio de su cooperación con los suecos, que Carlos Gustavo accedió a pagar en el Tratado de Labiau.
[8] Carlos Gustavo le entregó la soberanía total del Ducado de Prusia[7] y Ermland (Ermeland, Warmia) al gran elector.
[10] Suecia además renunciaba a los ingresos por aranceles de los puertos prusianos; a cambio, Federico Guillermo debía hacer un pago único de ciento veinte mil riksdalers.
[6] Además el tratado incluía también artículos secretos: Federico Guillermo aceptaba que Suecia se adueñase de las costas bálticas entre Prusia y la Livonia Sueca, esto es, los territorios de Curlandia, Lituania, Samogitia y Semigalia.