Tiene un olor característico parecido al del "ajo" y se descubrió en 1854.
La trimetilarsina es un líquido volátil e incoloro, soluble en benceno y otros disolventes orgánicos ligeramente polares, un poco más denso que el agua e insoluble en ella.
[5] La trimetilarsina se ha detectado solo a niveles de traza (partes por mil millones) en gases de vertedero de Alemania, Canadá y Estados Unidos, y es el principal compuesto que contiene arsénico en dicho gas.
En 1933 el componente tóxico fue identificado como trimetilarsina por el químico Frederick Challenger,[10][11] y en 1971 se demostró que la metilación del arsénico era de origen bacteriano.
[12][13] Sin embargo, estudios más recientes muestran que la trimetilarsina tiene una baja toxicidad, lo que sugiere que aún no se conoce con certeza la causa de las muertes y los problemas de salud observados en el siglo XIX.