Trovo

La despoblación y, sobre todo, el fracaso socioeconómico de los primeros repobladores, supuso la desaparición, no sólo de alquerías, caminos y acequias, sino también la pérdida del acervo cultural granadino.

La evolución cultural que supuso la expulsión de los moriscos, sin embargo, no afectó a la propia persistencia del repentismo poético en La Alpujarra.

Prácticamente todos los viajeros románticos (Carlos Dembowski, Washington Irving, Richard Ford, etc.) hacen referencia al trovo, que experimenta una época de gran difusión.

En la actualidad, el trovo se ha conservado, fundamentalmente, en la zona de La Contraviesa, la cadena montañosa, paralela a Sierra Nevada, que cierra La Alpujarra hacia el mar.

La fiesta del trovo se realizaba de forma espontánea: un grupo de personas se reunían durante la noche en un cortijo; la fiesta podía durar horas, a veces días.

El trovo cantao se suele acompañar de guitarra, bandurria y violín.

Normalmente, se hace cortao, es decir, que una misma estrofa la componen, por turnos, dos o más repentizadores.

Aunque la estructura global está marcada por el ritmo, los melismas finales de cada estrofa quedan a la improvisación del cantaor, igual que en el flamenco.