Unión Monárquica Nacional (Cataluña)

Su protagonismo en la vida política catalana se produjo durante la dictadura de Primo de Rivera ya que se convirtió en su principal y casi único sostén político en Cataluña.

Cuando Primo de Rivera empezó a aplicar inmediatamente su política anticatalanista, la Lliga le retiró el apoyo inicial que le había dado, por lo que la UMN se convirtió en el único sostén político de la Dictadura en Cataluña.

[2]​ A principios del mes siguiente Primo de Rivera se reunió en Barcelona con algunos dirigentes políticos catalanes pero solo consiguió la colaboración de la españolista UMN.

Inmediatamente después fueron designados por los gobernadores civiles los nuevos diputados provinciales, todos ellos españolistas y el líder de la UMN, Alfonso Sala Argemí, conde de Egara, pasó a presidir la Mancomunidad.

En marzo habló claramente del «fracaso de la Mancomunidad como órgano político permanente, deliberante y ejecutivo».