[1] A su vez está integrada en la Milla del Conocimiento Margarita Salas.
[11] Se encargó la construcción del complejo a un equipo de arquitectos dirigido por el madrileño Luis Moya Blanco y formado por él mismo, su hermano Ramiro Moya Blanco, Pedro Rodríguez A. de la Puente y el gijonés José Marcelino Díez Canteli.
Otra superficie complementaria, de 1 464 300 m², se adquirió para la Granja Lloreda, en El Infanzón.
Sin embargo, en 1957 Girón es destituido como ministro debido a su creciente protagonismo y, debido a que las universidades laborales, y en especial la de Gijón, eran prácticamente un proyecto personal suyo, se decide la disolución del Patronato y la gestión del centro se transfiere exclusivamente al Ministerio de Trabajo.
[20]En 1957 se paralizan las obras y se inicia una investigación ante sospechas de despilfarro en la construcción, aunque sus conclusiones acabaron siendo incluso positivas sobre el bajo coste del enorme conjunto.
[16] La enseñanza y dirección del centro se encomendó en 1955 a la Compañía de Jesús por deseo expreso de José Antonio Girón, puesto que estaba previamente otorgada a la Congregación Salesiana.
[22]Los jesuitas se encargaron de las labores administrativas y educativas hasta 1978.
En 1995 el CEI se disuelve en favor del «Instituto de Educación Secundaria Universidad Laboral».
En el año 2002 se trasladó a la antigua granja de Somió.
[25]Para poder habilitar estos usos se efectúan a lo largo de la década hasta 18 adecuaciones y rehabilitaciones distintas del complejo.
Luis Moya lo diseñó de este modo a imagen y semejanza del Partenón de Atenas y con la misma intención: que para acceder a su interior hubiera que rodearlo para apreciarlo en toda su magnificencia.
Tras pasar el atrio, un acceso al patio se convierte en punto de fuga que muestra la torre y la iglesia.
La iglesia es sin duda el edificio más espectacular del conjunto arquitectónico de la Universidad Laboral.
[38][34] El interior se halla cubierto por una cúpula con un peso estimado de dos mil trescientas toneladas y montada sobre 40 nervaduras de ladrillos cruzadas entre sí que sostienen la estructura.
Por este debería entrar la luz del sol e iluminar el centro de la iglesia, aunque en la actualidad no es así debido a que la cúpula cedió ligeramente.
[39] El peso de la cúpula sin la necesidad de las columnas hizo pensar que se vendría abajo al quitar los andamios y para tranquilizar a los trabajadores y demás personas, Luis Moya organizó una comida con su familia justamente en el día que lo desmontaban en el centro de la iglesia.
Su aforo es de 1.756 localidades, repartidas entre las 950 butacas del patio, los palcos y el anfiteatro.
Las butacas no pudieron conservarse durante la restauración y fueron sustituidas por un modelo más moderno.
El fresco mostraba asimismo a varios personajes del régimen franquista como Girón, Pinilla o Yagüe y a los arquitectos y escultores que participaron en la obra.
Un ascensor interno permite acceder al mirador, en la planta 17, desde donde se divisa la ciudad.
[46] El gran tamaño del edificio da pie a un ambicioso y diverso plan de usos presentado en 2003:[25][47] En el resto de terrenos antiguamente pertenecientes a la Fundación «José Antonio Girón» también tienen nuevos usos en la actualidad.
En general, los antiguos terrenos de la Universidad constituyen en la actualidad la Milla del Conocimiento Margarita Salas.
Durante varios años pesó sobre la Laboral la etiqueta de "franquista", lo que contribuyó a su decadencia y abandono por parte de las instituciones locales y regionales.
[cita requerida] Curiosamente, Francisco Franco nunca visitó el complejo ni mostró el interés que un edificio de estas características podría suscitarle.
En 2009 los guías turísticos asignados al centro denunciaron que se les obligaba a ocultar el pasado franquista del edificio.
[54] Tras las críticas de diferentes plataformas locales y una manifestación, PSOE cambió su postura.