Está bordeado por dos ejes peatonales que la conectan con la calle Corrida y con el Paseo de Begoña.
El 24 de diciembre la obra es concedida al arquitecto Manuel del Busto.
El edificio destaca por contar con una innovadora estructura metálica que permitiría a grandes ventanales dominar sus fachadas junto a elementos de construcción más tradicionales como la piedra caliza y el azulejo blanco.
La planta está divida por dos ejes perpendiculares que actúan como pasillos y salas comunes, comunicando a las aulas, una por esquina.
Contiene un gran vestíbulo, una terraza curva exterior y una escalinata central.