[3] Por sus acciones delictuales, se le ha conocido popularmente como el «Italo Nolli de Calama», en referencia al mafioso chileno activo en Santiago hasta morir durante una persecución policial similar a la de Víctor Campillay.
El año 2007, contrajo matrimonio con Vanesa Nicol Pérez Araya (n. 1985), con quien tuvo dos hijos: Maximiliano y Víctor Sebastián.
Tras llegar al terminal de buses Turbus, salió del vehículo a disparar otra vez, ahora hacia varios miembros de la misma banda rival que asesinó a su hijo, esta vez hiriendo a tres venezolanos y además terminando la vida de otro más.
[5] Por las balaceras constante y la criminalidad común en la ciudad de Calama, clases escolares fueron suspendidas por los dos días siguiente a su muerte.
[11] Dado su historial mafioso y atentado letal en su "día de furia", ha sido comparado con el también criminal chileno Italo Nolli, quien también se vio involucrado en el robo y venta de cobre.