Cuando Valdemar cumplió los 16 años, el viejo rey Erico III abdicó, y estalló una guerra civil.
Valdemar, que sobrevivió a todos sus rivales, accedió al trono de Dinamarca como rey único.
[1][2] En 1158, Absalón fue nombrado obispo de Roskilde, y Valdemar le eligió como consejero principal.
Valdemar reorganizó y reconstruyó Dinamarca, que había quedado desgarrada tras tantos años de guerra.
En 1168, Cabo Arkona fue asaltada, los habitantes de Wend fueron cristianizados y sometidos a su nuevo monarca danés.