Ventifacto

Estos accidentes geomorfológicos se encuentran habitualmente en ambientes áridos, donde hay poca vegetación que interfiera con el transporte eólico de partículas, donde se encuentran con frecuencia vientos fuertes, y donde hay un constante, pero no abrumador, suministro de arena.

Los ventifactos puedan desgastarse hasta llegar a ser llamativas esculturas naturales.

Esto se debe a que, incluso con vientos fuertes, los granos de arena no se pueden mantener continuamente en el aire y las partículas rebotan por el suelo, y rara vez alcanzan más que unos pocos pies sobre la tierra.

Las piedras individuales, como las que forman el reg o pavimento del desierto, se encuentran a menudo con ranuras, grabados o superficies pulidas donde estos mismos vientos impulsan procesos que poco a poco desgastan la roca.

Cuando los ventifactos antiguos se conservan sin desplazamiento o alteración, pueden servir como indicadores de paleo-vientos.