La construcción de este tramo supuso abordar unos grandes condicionantes técnicos debido a la difícil orografía por la que atraviesa[5] así como las importantes prescripciones medioambientales que se impusieron para su construcción.
Los vehículos que lo atraviesan circulan a una altura de 150 metros sobre el valle.
Posee unas zapatas de 6 metros y cinco vanos.
[7] En 2010 el ingeniero de caminos cántabro Roberto Revilla Angulo, coautor del proyecto, recibió por parte de la International Association for Bridge and Structural Engineering el premio para jóvenes ingenieros IABSE 2010 por esta obra.
[9] Ese mismo año sus tres autores -Marcos Pantaleón, Patricia Olazábal y Roberto Revilla- recibieron por el diseño del Viaducto de Montabliz además de dicho premio una nominación como Estructura Singular en el tercer congreso de la Federación Internacional del Hormigón (FIB).