Virginia Foureaux se casó con Gabriel Aragón Gómez al que conoció durante una estancia del Grand Cirque Foureaux en la ciudad española de Granada.
Según cuenta la tradición familiar, Gabriel era un joven seminarista perteneciente a la burguesía granadina del siglo XIX.
Justo cuando estaba a punto de convertirse en sacerdote, llegó el “Grand Cirque Foureaux” hasta la ciudad, con su espectáculo de caballos en el que la estrella era la hija del dueño, Virginia Foureaux, hábil ecuyère.
Gabriel se enamoró de ella y consiguió que le contrataran de mozo de pista en el circo, pero ella aseguraba que sólo se casaría con un gran payaso.
Gabriel y ella tuvieron quince hijos, de los cuales al menos ocho desarrollaron una carrera artística circense: