Vive libre o muere

Tony Soprano hace las paces con Perry Annunziata, su guardaespaldas, al que da algo de dinero para compensarlo por la paliza, y él se disculpa por haber levantado la mano a su jefe.

Silvio aporta más información, al recordar que Vito lo llamó por la noche después de haber sido visto en el club gay.

El chisme no tarda en extenderse cuando Meadow revela a Carmela y Rosalie que Finn había visto a Vito practicándole sexo oral a un guardia de seguridad de la obra en la que Vito y Finn trabajaron (en el episodio de la quinta temporada titulado “Varones negros no identificados”).

Mientras unos se lo toman a broma, los miembros más conservadores piden directamente la ejecución de Vito.

Más tarde comenta un caso de su nuevo trabajo fumando marihuana con Finn, y acaban discutiendo sobre el trato que el gobierno había proferido a John Sacrimoni en la boda de su hija.

Finn recrimina a Meadow que racionalice el trabajo de su padre como una tradición italiana y califica de hipócrita su actitud al defender a Vito, al no parecer ver ningún problema en cómo los mafiosos “repartirán su propia justicia” por la orientación sexual de Vito.

Christopher le responde que parecen demasiado tolerantes y americanizados como para serlo, aunque la sugerencia lo deja algo preocupado.

Paulie se siente personalmente traicionado y lidera las quejas que piden la cabeza de Vito.

Christopher después queda con Corky Caporale, un socio de la familia que habla italiano, le ordena la tarea y le da heroína como parte del pago por adelantado.