Vocalizaciones copulatorias femeninas

Las vocalizaciones copulatorias suelen producirse durante la cópula y, por tanto, están relacionadas con la actividad sexual.

En los seres humanos, las vocalizaciones coitales están relacionadas con el placer o la gratificación sexual y el orgasmo,[8]​ por lo que se producen durante la cópula y sirven como expresión del placer sexual.

Las vocalizaciones pueden ser utilizadas por algunas mujeres para aumentar la autoestima de su pareja y provocar una eyaculación más rápida.

Sirven como medio para anunciar la receptividad sexual y son utilizados predominantemente por los machos para atraer a las hembras.

[17]​ Además, atraer a nuevos compañeros llamándolos durante la cópula puede suponer muchos beneficios para la hembra.

[2]​ La cantidad típica de especímenes que se analizan en entornos experimentales suele ser demasiado baja para poder sacar conclusiones generales sobre la especie en su conjunto.

[2]​ Otro aspecto de la vocalización coital que varía según la especie es la forma de la llamada: en los macacos y los babuinos se manifiestan como gruñidos, mientras que otras especies como los talapoins y los chimpancés suelen emitir sonidos chillones.

[2]​ Hay acuerdo general en que las llamadas copulatorias son la solución adaptativa a los problemas con el éxito reproductivo.

[23]​ Esto es especialmente importante en especies que no anuncian abiertamente buenos genes mediante señales honestas.

[25]​ Más concretamente, las hembras producen vocalizaciones coitales también cuando se aparean durante periodos no fértiles, por lo que su objetivo principal es atraer al mayor número posible de machos y crear confusión parental, más que obtener esperma de alta calidad.

[26]​ Las hembras no tienen interés en anunciar sus periodos de fertilidad, ya que los machos captarían estos patrones, reduciendo la confusión paternal y provocando un aumento del comportamiento agresivo de otros machos hacia sus crías.

[2]​ Esta fertilidad oculta ha sido acuñada como ovulación encubierta, y forma parte de la sexualidad femenina extendida.

La estrategia de aparearse con múltiples parejas para obtener beneficios materiales también puede observarse en los no primates.

En el orgasmo, sus vocalizaciones suelen ser discretas y no aleatorias, y parecen estar relacionadas con las contracciones observadas de los músculos estriados perivaginales superficiales; éstas, a su vez, probablemente estén correlacionadas con cada oleada de placer sexual.

[9]​ Se ha encontrado una correlación entre la frecuencia de las vocalizaciones y la satisfacción sexual, tanto en hombres como en mujeres.

[9]​ Los investigadores señalan que todos estos objetivos son aparentemente congruentes con las vocalizaciones copulatorias femeninas en primates no humanos.

Copulación de elefantes.
Sonogramas de vocalizaciones copulatorias femeninas de una hembra humana (arriba), una hembra babuino (centro) y una hembra gibón (abajo), [ 19 ] ​ con el tiempo representado en el eje x y el tono en el eje y.