El tren de aterrizaje triciclo era fijo y sus unidades principales se transportaban en carenados a los lados del fuselaje.
SIAI Marchetti proporcionó financiación para la construcción del prototipo y construyó este avión en la antigua planta de Aviamilano.
Tras la adquisición de SIAI Marchetti, Agusta siguió ofreciendo el diseño y en 1992 se firmó un contrato para la producción conjunta con Sammi en Corea del Sur, pero no surgió nada de ello.
Una empresa similar creada para producir el avión junto con PADC en Filipinas resultó igualmente infructuosa.
En 1997, Vulcanair compró el diseño a Finmeccanica (la empresa matriz de Agusta), pero aunque se produjo un pequeño número de ejemplares, no se llevó a cabo ninguna producción en serie.