Siendo un niño, trabajaba como cuidandero de automóviles de los jugadores del Flamengo, y un día mientras jugaba fútbol, fue visto por un entrenador que lo llevó a jugar a la escuela del equipo.
Desde su llegada al equipo bogotano, demostró sus buenas condiciones y jugó varios partidos en el segundo semestre del año.
Dentro de las figuras del equipo que fue campeón, estuvo Waltinho, que destacó junto a grandes jugadores como los colombianos Delio "Maravilla" Gamboa, Alfonso Cañón, Carlos Rodríguez, Carlos "Copetín" Aponte, además del argentino Omar Lorenzo Devanni, y sus compatriotas Claudionor Cardozo, Luis Carlos Franca, Newton López "Livinho" y Ary Gonçalves.
Para el segundo semestre del año, Waltinho se fue a jugar al Once Caldas.
En su regreso, el brasileño jugó grandes partidos, y se convirtió en un jugador importante para el equipo, siendo uno de los más destacados dentro de la nómina gracias a su buen juego y su amor a la camiseta.
El volante brasileño fue una de las figuras del equipo junto a los colombianos Alfonso Cañón, Víctor Campaz, Domingo "Tumaco" González, Jaime "Flaco" Rodríguez, los argentinos Manuel Ovejero, y Miguel Ángel Basílico y el uruguayo Wálter Sossa.
En el equipo "Cuyabro" jugó algunos partidos y se retiró del fútbol profesional.
Luego, regresó a Bogotá, donde se estableció con su familia, y fundó su escuela de fútbol.