Marguerite Antoinette Jeanne Marie Ghislaine Clenewerck de Crayencour nació en Bruselas (Bélgica).
En medio del ambiente belicista y antialemán que se vive allí, su padre le da a leer las obras de Romain Rolland, ferviente pacifista, que le causan una impresión perdurable.
Tras la muerte de su padre, Marguerite le retira la administración de sus bienes a su hermanastro Michel e invierte lo que obtiene para que le permita dedicarse a la escritura durante unos diez años.
De esas estancias surge su obra El denario del sueño, publicada en 1934.
Entablan una estrecha relación personal, intelectual y seguramente íntima, haciendo frecuentes viajes en barco por las islas griegas.
Marguerite queda fascinada por sus poemas y propone a Dimaras hacer una traducción conjunta al francés de los mismos.
Ella acaba en el bando rojo, es hecha prisionera y pide que la ejecute su amado.
En 1943, debido a que ya ha gastado toda su herencia, y para no depender completamente de Frick, Marguerite comienza a trabajar como profesora de francés e italiano en el College femenino Sarah Lawrence, en Bronxville, al norte de Nueva York, un establecimiento muy elitista, que utiliza pedagogía avanzada y en el que también enseñó por aquellos años Mary McCarthy.
En 1947 obtuvo la nacionalidad norteamericana y comienzan a pasar los veranos en Mount Desert Island en la costa de Maine, donde Grace comprará una casa que llaman Petite Plaisance, en la que se instalan definitivamente a comienzos de los años cincuenta.
Adriano le explica su pasado, describiendo sus triunfos, su amor por Antínoo y su filosofía.
En Leningrado se siente decepcionada al constatar la presencia asfixiante de un estado policial.
Zenón es un sabio con "la rabia del saber" que se ve expuesto a los prejuicios, dogmas religiosos y supersticiones fuertemente arraigados en el pensamiento Europeo de aquel siglo.
Otra de sus obras más aclamadas es Fuegos, escrita en 1935, y que alterna relatos basados en mitos clásicos con algunos fragmentos sobre la pasión amorosa.
[7] Muy a su pesar, durante los años setenta tuvo que permanecer casi recluida en Mount Desert, por decisión propia para acompañar a su pareja Grace, que padecía cáncer de mama, hasta su muerte en 1979.
Luego también conoció y mantuvo muy buena relación con François Mitterrand, que era un lector apasionado de su obra.
Aparte de recorrer sus lugares habituales en Europa, fueron a Egipto, Marruecos, Japón y la India.
Existe una anécdota ya bien conocida del encuentro de Yourcenar con el célebre escritor argentino Jorge Luis Borges.
[9][10] La casa de ambas es ahora un museo dedicado a su memoria, abierto al público durante los veranos.
En su Houghton Library pueden ser consultados libremente miles de cartas, fotografías y manuscritos,[11] excepto algunos documentos, que quedarán liberados en 2057.