Murió en la travesía del océano Atlántico durante el viaje de retorno a Inglaterra.
Uno de sus bisabuelos, también llamado como él, Zachary Browne, fue capitán del sloop Hércules en 1650.
Y su padre también tuvo el rango de capitán pero en la marina mercante.
Al año siguiente aprueba el examen para teniente de la armada.
[4] Hicks vuelve al navío con una carta del virrey dirigida a Cook.
Tras diversas escaramuzas y negociaciones tanto los desertores como los retenidos fueron recuperados sin daños.
[9] Durante casi 5 meses el Endeavour bordeo toda la costa este australiana de sur a norte.
[11] Según describe Cook en su diario del viaje, Hicks ya embarcó en Inglaterra padeciendo tuberculosis y mostró signos de dicha enfermedad durante todo el viaje.
Basándose en dichos diarios, John Beaglehole, el editor de la edición canónica de los diarios del capitán Cook, lo describe como un oficial dispuesto, eficiente y competente, que hubiese tenido siempre un puesto en cualquier expedición, aunque, prosaico y poco imaginativo, no tuvo muchas ocasiones en las que hacer brillar sus talentos.
También se inscribe su nombre en un monumento localizado en la casa de James Cook en Great Ayton, en Yorkshire, Inglaterra.