Un niño llamado Tony Washington (Jesse D'Angelo) ve a su padre William (John Fasano) jugar un partido de béisbol.
Sorrell trae sus sospechas a su jefe, el capitán de la policía Tom Churchman (Adam West), y le dicen que ya han logrado encontrar a un sospechoso responsable que coincida con la descripción de Sorrell y cierre el caso.
Tony en seguida se recupera y mata a Fred, rompiéndole el cuello.
Sabiendo que serán los próximos, Bob y Amy deciden salir de la ciudad.
Antes de que él pudiera hacer lo mismo con Sorrell para silenciarlo como testigo, un segundo zombi se levanta de una tumba cercana y arrastra a Churchman al suelo con él, presumiblemente al infierno.