Tiene una textura pastosa y se sirve con forma de bola, como acompañamiento caliente.
[2][3] El àmàlà tiene su origen en la etnia yoruba, aunque también se come en otras zonas de África occidental.
El ñame se consume en muchas formas diferentes, como hervido, asado, horneado, frito o molido hecho harina.
La harina se puede reconstituir con agua caliente para formar una pasta o gel llamado kokonte en Ghana y amala en Nigeria.
Si está fermentada y en hojuelas se llama garri, otro plato común, comido frecuentemente por el pueblo ijebu.
Luego, la masa se deja hervir a fuego lento durante aproximadamente cinco minutos.