[2] Aunque hay características comunes que son distintivamente inglesas, estas catedrales destacan por su diversidad arquitectónica, tanto comparando unas con otras como por las partes de cada edificio entre sí.
En general, cada edificio tiene partes importantes construidas en distintos siglos sin intentos aparentes de dar coherencia estilística al trabajo tardío o seguir un plan anterior.
En el año 597 el papa Gregorio mandó a Agustín como misionero de Roma a Canterbury —la misión gregoriana— donde estableció una iglesia dirigida por canónigos seculares —y posteriormente por monjes benedictinos desde el período sajón tardío hasta 1540 — que será la primera sede obispal de Inglaterra.
[1][4] Iniciada por Alfredo el Grande en 871 y consolidada bajo Guillermo el Conquistador en 1066, Inglaterra se convirtió en una entidad política unificada en una fecha más temprana que otros países europeos.
Durante el período medieval no hubo en Inglaterra más de 17 obispos, muchos menos que en Francia e Italia.
También hubo un buen número de abadías cistercienses, pero como se encontraban en áreas remotas no fueron pensadas para convertirse en catedrales.
[3][4] Las 26 catedrales descritas en este artículo son, por orden alfabético, Bristol, Canterbury, Carlisle, Chester, Chichester, Durham, Ely, Exeter, Gloucester, Hereford, Lichfield, Lincoln, Manchester Norwich, Oxford, Peterborough, Ripon, Rochester, San Alban, Salisbury, Southwark, Southwell Minster, Wells, Winchester, Worcester y York.
La catedral, tanto las de origen monástico como secular, tienen con frecuencia varias construcciones subsidiarias claramente definidas, en particular la sala capitular y el claustro.
[3][4] La nave, y algunas veces el brazo oriental, tienen una gran longitud en comparación con las catedrales medievales de otros países.
Su parte superior está soportada por trabes de madera ocultos, un dispositivo arquitectónico único en el gótico inglés.
Las catedrales más habituales son las que tienen largas torres emparejadas en la fachada occidental, como Canterbury, Durham, Southwell, Wells, Ripon y York.
También se añadió una pantalla gótica a la nave normanda en Peterborough, pero esta es una rareza arquitectónica sin precedentes o sucesores.
La pantalla está compuesta por tres enormes arcos abiertos, siendo los dos exteriores más anchos que los marcos de la puerta central.
Aquellos construidos en la era normanda tenían altos extremos absidiales rodeados por un deambulatorio bajo, como el típico del norte de Francia.
Estas proyecciones horizontales se equilibran visualmente por las fuertes masas verticales de las torres, que pueden ser una, dos o tres.
Aunque todas las catedrales son impresionantes, algunas, por su localización, tienen un alto significado como puntos de referencia y elementos paisajísticos.
En Worcester, se construyó una nueva catedral en estilo normando desde 1084, pero la cripta tiene cantería reutilizada y columnas de sus dos predecesoras iglesias sajonas.
Ambas tienen dos transeptos, una alta torre central, un largo porche en el lado norte de la nave, un claustro en el sur, al que abre una sala capitular poligonal.
La parte más temprana del edificio es la cripta normanda multicolumnada con los capiteles almohadillados sobrevivientes de la original iglesia monástica empezada por Wulfstan en 1084.
También del periodo normando es la sala capitular circular de 1120, hecha octogonal por afuera cuando fueron reforzados los muros en el siglo XIV.
Desde 1360 John Clyve terminó la nave, construyó sus bóvedas, la fachada occidental, el porche norte y el lado oriental del claustro.
[3] Fundada como catedral en 597, las partes más temprana son de 1070, completadas en 1505, excepto la torre noroeste que se acabó en 1834.
[3] La Lady Chapel del oeste conocida como Capilla Galilee es una singular construcción normanda diferente en estilo de la catedral misma.
[17] Conserva porciones de tres arcos normandos masivos en la fachada occidental y mucha escultura alrededor del portal central muy restaurada.
Cartwright escribió de la fachada occidental que es «una magnífica entrada a un edificio sagrado tanto como se pudiera imaginar».
Su característica más destacable es el raro y exuberante portal normando tallado, que tiene, desafortunadamente, muchos daños.
La espectacular nave perpendicular con su alta arcada y fuerte énfasis vertical ha sido literalmente tallada en el interior original normando.
También notables son las series de inusuales tramos góticos transicionales, la fina carpintería y la torre central, que aunque no muy alta, tiene elegantes proporciones.
Los restos de la cripta normanda indican que el edificio más viejo debió haber sido tan masivo y ornamentado como Durham.
La construcción de catedrales e iglesias mayores empezaba casi invariablemente en el brazo oriental, y luego procedían hacia el oeste, erigiendo las torres al final.