Arrianismo en Hispania

Desde finales del siglo IV el Imperio Romano vio mermada su capacidad defensiva a causa de las invasiones germánicas.

A comienzos del siglo V los vándalos, junto con suevos y alanos entran en la península.

Los visigodos entraron en Hispania como gerentes de Roma y terminaron controlando la península tras la caída del Imperio Romano.

Algunos reyes visigodos tuvieron una política intolerante hacia los católicos hispanorromanos y galo-romanos, que se fue suavizando en el siglo VI.

[3]​ Aunque Roma había sido tolerante con las religiones, a partir de mediados del sigo III Decio comienza con persecuciones hacia los cristianos.

[4]​ La siguiente persecución fue ordenada por Valeriano aunque su sucesor, Galieno, no las llevó a cabo.

No obstante, los cismáticos apelaron a la justicia imperial y el emperador encargó al papa Melquíades que decidiera.

Melquíades condena a los donatistas pero estos insisten y se produce el Concilio de Arlés, al que no asisten ni el papa ni Osio,[13]​ y se les condena de nuevo su herejía.

[13]​ No obstante, la ayuda de Osio al emperador sería mucho más decisiva con el arrianismo.

Arrio se basó en las teorías de otros teólogos anteriores, como Orígenes (siglo III).

[15]​ Constantino, situándose por encima del problema, mandó una carta a ambos bandos (arriano y ortodoxo) para que se reconciliasen.

[16]​ Esta última frase, que en su versión original se definía como "homousio", fue especialmente condenatoria para el arrianismo.

En este concilio, la divinidad total de Cristo, al mismo nivel que el Padre, quedó fijada.

Ambos se enzarzaron el guerras fratricidas y toleraron invasiones bárbaras del contrario.

Los vándalos se habían hecho arrianos cuando el emperador Constantino les permitió establecerse en la Panonia.

Invadieron Hispania en 409 y, tras dos años de conquista, deciden repartirse el territorio por tribus.

Teodorico, según Salviano, era católico aunque de cara a la galería era arriano, y pasaba muchas horas rezando.

Los habitantes de Eause quisieron defender a su obispo, pero este fue ejecutado y la ciudad fue desmantelada.

Esto produjo la creación del pueblo de los agotes que profesaban un arrianismo mezclado con politeísmo escandinavo.

[17]​ La hija de Clodoveo, Clotilde, contrajo matrimonio con el rey visigodo Amalarico para conseguir la paz.

Con la conversión se puso fin a la división entre los gobernantes godos arrianos y sus súbditos hispanorromanos –y galorromanos de la Septimania- católicos.

No obstante, con la conversión al catolicismo, se acabó también la relativa tolerancia religiosa que se había vivido hasta entonces en el reino visigodo de Toledo: los arrianos fueron considerados herejes y los judíos sufrieron una gran persecución a lo largo del siglo VII.

Las migraciones de los vándalos entre el 409 y el 429 introdujeron por primera vez el arrianismo en Hispania y terminaron con el donatismo en Cartago.
Pintura de Osio de Córdoba en Bucarest, Rumanía.
Extensión del Reino Visigodo hacia principios del siglo VI . Nótese que controlaban la Aquitania (suroeste francés) y la Septimania (sureste francés).
Hispania visigótica hacia el año 700. Se había quitado Galicia y Lusitania a los suevos pero Aquitania había caído en manos francas y los visigodos hispanos solo controlaban la Septimania.