Asesinato de Enrique Estuardo

Lord Darnley fue asesinado en la conocida como «casa del viejo preboste», en Kirk o' Field (oficialmente Colegiata de St Mary in the Fields).

Debido a que la «casa del viejo preboste» se hallaba adyacente al Flodden Wall, se cree que se encontraba en la actual esquina sureste de la Vieja Universidad, en la unión entre South College Street y South Bridge (el Museo Nacional de Escocia está situado al oeste de la Vieja Universidad).

La reina solía acudir desde Holyrood para visitar a su esposo; Thomas Nelson, ayuda de cámara de Lord Darnley, mencionó que tanto María como Margaret Beaton tocaban y cantaban por la noche en el jardín.

May Crokat vivía frente a Mertine; Crokat se encontraba en la cama con sus gemelos y oyó también la explosión, corriendo inmediatamente hacia la puerta llevando puesta tan solo una camisa y viendo acto seguido a los once hombres que había visto Mertine.

Melville acudió a Holyrood al día siguiente para hablar con James Hepburn, IV conde de Bothwell, quien le contó que un trueno o relámpago había surgido del cielo y quemado la casa, afirmando que no había «ninguna herida o marca» en el cadáver;[12]​ Melville declaró que el sirviente real Alexander Durham (del Castillo de Duntarvie) custodió el cuerpo y le impidió verlo.

El Consejo Privado, conducido por James Douglas, IV conde de Morton, argumentó que este suplicio tenía un carácter especial, no volviendo a ser este método de tortura empleado en otros casos.

[19]​ Los acusados fueron interrogados tras la abdicación de María, con varias teorías alternativas sobre el asesinato ignorando las evidencias.

[20]​ El capitán aseguró ser inocente ante un jurado compuesto por tenientes de Lord Lennox, pese a lo cual fue ahorcado, arrastrado y descuartizado.

[26]​ Una antigua teoría sugiere que los condes de Morton y Moray se encontraban detrás del atentado, dirigido por Bothwell para cumplir con las ambiciones de María, si bien ambos negaron su participación en el crimen durante toda su vida.

Las tardías y parciales Memorias escritas por Lord Herries en 1656 apoyan y desarrollan esta hipótesis; Maxwell, considerando los argumentos de escritores precedentes, creía que la propia María era inocente y que los dos condes arreglaron su matrimonio con Bothwell[27]​ (el conde de Moray se ausentó la noche antes del atentado para cuidar supuestamente a su esposa enferma, apareciendo al día siguiente).

[16]​[28]​ Sin embargo, Balfour era capitán del Castillo de Edimburgo y probablemente adquirió la pólvora para ser empleada allí.

Un dibujo contemporáneo de la escena del crimen muestra en la parte superior izquierda al infante Jacobo I sentado en su cuna rezando la siguiente oración: «Juzga y venga my causa, oh Señor».

[31]​ Los jinetes que aparecen a la derecha del dibujo contratado por Cecil constituyen a día de hoy un misterio: varios testigos mencionaron la presencia de jinetes aquella noche una semana después del atentado (supuestamente una banda comandada por Andrew Kerr), por lo que resulta desconcertante cómo el autor del bosquejo podía conocer este detalle al día siguiente de lo ocurrido.

Retrato de Enrique Estuardo (c. 1564, anónimo). Galerías Nacionales de Escocia .
Iglesia de Fårevejle, en Selandia , Dinamarca .