La batalla de Dertosa tuvo lugar en primavera del año 215 a. C., entre Asdrúbal Barca y los hermanos Publio y Cneo Cornelio Escipión Calvo, en las cercanías de Dertosa, al sur del río Ebro.
Tras la aplastante derrota de los romanos en la batalla de Cannas, varias ciudades en Campania, Samnio, Lucania, Apulia y Calabria habían desertado del bando romano y se habían pasado al enemigo.
Un destacamento bajo el mando de Magón Barca había conseguido asegurar algunos objetivos en Lucania y Calabria y, tras dejar a Hannón el Viejo al mando del ejército de Calabria, Magón había zarpado hacia Cartago para conseguir refuerzos.
El Magister Equitum, Tiberio Sempronio Graco, se encontraba en Lucania al mando de un tercer ejército.
Otras legiones estaban destacadas al norte de Italia para prevenir ante un posible ataque galo.
Los hermanos Escipión también reclutaron tropas auxiliares de las tribus hispanas, colocaron guarniciones en las ciudades para expandir su esfera de operaciones y consolidaron su control del norte del Ebro haciendo frente a los descontentos que pudiera haber entre las tribus.
Sin embargo, no cruzó el río para saquear las posesiones romanas al otro lado ni tampoco acudió en ayuda de la ciudad de Ibera, sino que optó por asediar una ciudad aliada con los romanos llamada Dertosa.
Los Escipiones levantaron el asedio y se dirigieron a enfrentarse con los cartagineses de Asdrúbal.
Unos 2000 soldados romanos e italianos, junto con el contingente formado por los hispanos, fue reservado y quedó en protección del campamento.
En el exterior se dispuso la caballería, iberos y númidas en su mayoría, más numerosa que la romana.
La caballería romana logró mantener la formación y los elefantes no tuvieron mayor papel durante la batalla.
Por su parte, la formación de los itálicos tomó contacto con los libios que se encontraban en el frente opuesto, buscando con ello apoyar al centro romano.
Sin embargo, y al contrario de lo que sucedió en Cannas, los libios no lograron flanquear a los romanos.
Cartago no volvería a montar ninguna campaña efectiva más allá del Ebro, y lucharía contra los romanos en el territorio con suerte desigual hasta el año 205 a. C. Por su parte, los hermanos Escipión no prepararon una persecución inmediata de los cartagineses.
No recibirían más refuerzos desde Italia hasta el final de su mandato en Hispania y se enfrentarían a los hermanos Barca y a Giscón con resultados variables hasta 212 a. C., año en que lanzarían una gran campaña que finalizaría con la batalla del Betis Superior.
Sin embargo, mientras que en el caso de Aníbal la táctica había finalizado con una victoria espectacular, Asdrúbal recibió una dura derrota militar.
Algunos de los factores por los cuales la táctica de Asdrúbal no tuvo éxito son: El envolvimiento doble es una táctica muy arriesgada, cuyo único resultado posible es una victoria total y la aniquilación del enemigo, o una aplastante derrota.
Si Asdrúbal hubiese ganado, habría logrado tener hasta cuatro ejércitos cartagineses operando en Italia en 214 a. C., al juntarse los de Asdrúbal, Aníbal, Magón y Hannón el Viejo, mientras que, tras la derrota, Aníbal no recibió más refuerzos desde Hispania.