Estas operaciones hicieron poco para detener el transporte marítimo en el área, pero aun así resultaron problemáticas para los británicos, quienes tuvieron que gastar recursos para contrarrestar al crucero.
[3] Los barcos británicos arrinconaron al Dresden en aguas territoriales chilenas neutrales en la bahía el 14 de marzo, desafiándolo a la batalla.
La tripulación alemana huyó del crucero en botes salvavidas descubiertos para llegar a la seguridad de la isla, que era territorio neutral.
Los cruceros británicos continuaron disparando contra el Dresden y los botes que huían hasta que el crucero ligero finalmente explotó, pero no está claro si la explosión fue causada por los disparos de los barcos británicos o por las cargas de hundimiento colocadas por los alemanes.
La única presencia alemana que quedaba en el Océano Pacífico eran unos pocos asaltantes comerciales aislados, como el Seeadler y el Wolf.