Batalla de Tarento (213 a. C.)

Aníbal había estado en comunicación con una parte de los ciudadanos tarentinos que estaban descontentos con la dominación romana.

Los tarentinos urdían un levantamiento contra los romanos, sin embargo, se vieron frustrados por las precauciones que estos habían tomado.

En medio de la noche, fue despertado cuando los conspiradores hicieron estallar la alarma sonando algunas trompetas romanas.

Aníbal mantuvo el control de sus tropas en la medida en que no hubiera ningún saqueo general.

Solo aquellas que no estaban marcadas y por lo tanto pertenecían a los romanos fueron saqueadas.

Las colonias griegas del sur de Italia, entre las que se contaba Tarento, proporcionaron a Aníbal una importante base en la península italiana.

Entonces, Aníbal movilizó a su ejército y se presentó en las afueras de dicha ciudad.