Bujaraloz

En cuanto a rapaces, durante todo el año es hábitat del águila real, cernícalo vulgar, buitre leonado, ratonero común, gavilán común y azor común, a lo que se suma en verano el cernícalo primilla, alimoche, aguilucho cenizo, águila calzada y culebrera europea.

En invierno, con el abandono de las rapaces estivales en las tierras monegrinas, es hábitat del esmerejón, aguilucho pálido y milano real.

Cabe destacar su diversa población de aláudidos y fringílidos.

El objetivo inicial es la toma de Zaragoza y hacia allí se dirige Buenaventura Durruti, acompañado por el comandante de Artillería Pérez Farrás como asesor militar.

Durruti decide volver a Bujaraloz, donde reorganizarse e informarse mejor de las posiciones enemigas.

N.º 1[4]​ se anotan dos víctimas: un muchacho de 14 años y el cura.

Un tercer centro hospitalario que durante la guerra se habilita en el pueblo es el llamado “hospital de venéreas” (las enfermedades de transmisión sexual fueron un verdadero problema entre los milicianos), era una casa grande, con patio descubierto y corredor alrededor, acabada la guerra, esta casa será usada como escuela.

Estaban presentes los máximos representantes de las columnas, como Buenaventura Durruti, Gregorio Jover, Antonio Ortiz Ramírez, Cristóbal Aldabaldetrecu, Julián Merino.

Se establece en Bujaraloz, el Cuartel General del mando de la operación, en el mismo local donde estaba instalado el mando de la 26 División (Columna Durruti militarizada).

Se encuentra también allí el jefe del Estado Mayor Central, Don Vicente Rojo y el propio ministro de Defensa Nacional D. Indalecio Prieto.

Bujaraloz cuenta con las ruinas de un molino de viento del siglo XVI, al igual que Malanquilla, Tabuenca, Ojos Negros y otras localidades aragonesas, que es dibujado en 1668 por Pier María Baldí, en su viaje por España y Portugal, acompañando a Cosme III de Médici.

en la carretera a Valfarta, hubo una construcción utilizada para fabricar y guardar hielo.

Bujaraloz (Burjalajos), acuarela de Pier Maria Baldi , 1668, Biblioteca Laurenciana de Florencia. A la izquierda y en primer término, el molino.
Buenaventura Durruti