El caballo serranillo, también conocido como caballo gabarrero es una raza equina española autóctona de la Sierra de Guadarrama, ubicada en el Sistema Central, que se extiende por las provincias de Ávila, Madrid y Segovia.
[3] En la actualidad su población se reduce al Valle del Lozoya, en el noroeste de la Comunidad de Madrid, y se crían de manera semisilvestre.
[2] Empleado tradicionalmente como animal de tiro, debió de ser utilizado por los gabarreros para transportar leña, motivo por el que también sea conocido por ese nombre.
Se trata de caballos fuertes, muy adaptados a las condiciones de los páramos y sierras castellanas, y a pastos de poca calidad.
Morfológicamente son de talla media, con cernejas poco desarrolladas y capa generalmente alazán o negro, y a menudo con lucero frontal.