Al abrirlo, escaparon de su interior todos los males del mundo.
Cuando atinó a cerrarla, solo quedaba en el fondo Elpis, el espíritu de la esperanza, el único bien que los dioses habían metido en ella.
[2] En otras lecturas del mito, la esperanza no es una excepción benigna y se la considera otro mal.
La Teogonía de Hesíodo no lo evoca, y únicamente anuncia que, sin mujer, la vida del hombre es impracticable.
Hesíodo clasifica a Pandora como «mal bello» (en griego antiguo: καλὸν κακὸν kalòn kakòn).