[2] Después los romanos capturaron la capital parta, Ctesifonte, antes de navegar río abajo hacia el Golfo Pérsico.
[4] Posteriormente, poco antes del asesinato de César, sus oponentes forjaron vínculos con los partos que prosiguieron incluso tras su muerte.
Tras ser derrotados en la Batalla de Filipos, los líderes republicanos se refugiaron en la corte del rey parto y le instaron a emprender una expedición en territorio romano.
Marco Antonio soñaba con gloria y con extender su territorio hasta Mesopotamia, pero pronto tuvo que renunciar a su ambición tras una dura derrota ante los partos.
El conflicto que estalló entre Octavio y Marco Antonio distrajo a los romanos de la frontera oriental durante cierto tiempo.
Sin embargo, el Reino de Armenia seguía siendo un tema conflictivo debido a su situación geográfica y cada imperio intentaba extender su influencia colocando allí reyes vasallos más o menos leales.
Pero aunque este acontecimiento se celebró en Roma como una victoria, los partos no habían cedido nada.
Este último fracasó y, derrotado por Vologesis, se vio obligado a firmar un armisticio.
Sin embargo, este equilibrio era frágil y algunos incidentes diplomáticos estuvieron a punto de romperlo.
Convirtió Samósata y Melitene en campamentos legionarios, cerrando así el acceso al valle del Éufrates.
Impresionados por el importante sistema puesto en marcha bajo los Flavios, los Partos detuvieron sus ofensivas.
La muerte de Vologases los debilitó aún más, permitiendo a los emperadores romanos concentrarse en otros frentes.
El objetivo principal perseguido por Trajano pareció ser estabilizar de manera duradera la frontera oriental del Imperio.
[20] Vologases III tomó entonces el control de toda la parte oriental del reino, desde donde gobernó.
Armenia era un caso espinoso, los partos disputaban la supremacía sobre este reino con el Imperio romano desde la época del primer triunvirato.
La prolongada dominación de Roma sobre el reino parecía hacer cada vez más inevitable la anexión final.
Esta experiencia militar le hizo darse cuenta de que la situación sólo podía resolverse con una ofensiva a gran escala.
[24] De todas formas, el botín recuperado durante las campañas dacias permitió a Trajano financiar los preparativos para la expedición oriental.
Trajano dejó Roma en septiembre u octubre de 113,[16] pero no se dirigió directamente al frente parto.
Primeró desembarcó en Atenas, donde se reunió con los embajadores enviados por Osroes I, rey parto, quien parecía haber subestimado y lamentaba las consecuencias de su interposición en Armenia.
[32] El rey Abgar ofreció muchos presentes al emperador como una disculpa por su demora, incluyendo 250 jinetes en armas.
[36] Entre las legiones representadas, en su totalidad o por una vexillatio, podemos citar la VI Ferrata, cuyo legado Cayo Brutio Presente Lucio Fulvio Rústico fue condecorado por Trajano,[37][38] la XVI Flavia Firma, basada en Satala, uno de cuyos centuriones fue condecorado al final de la guerra,[39] la IV Scythica, que le dedicó un monumento a Trajano en Artaxata en 116,[40] la X Fretensis, uno de cuyos tribunos fue recompensado por sus acciones,[41] la XXII Primigenia, de la que fue condecorado su Praefectus castrorum Marco Julio Máximo[42] y la III Cirenaica, cuya vexillatio elevó un altar dedicado a Serapis en Jerusalén entre 116 y 117[43] y construyó un arco triunfal en Dura-Europos en 115.
[16][12] Trajano obtuvo la rendición oficial del Rey Abgar de Osroene[27] y fue invitado a pasar el invierno en Edessa.
Llegó al valle del Tigris en la Alta Mesopotamia a través del paso de Bitlis,[32] la fortaleza de Nisibis rápidamente cayó bajo control romano, cuyo ejército parece haber obtenido múltiples victorias, ya que Trajano fue aclamado cuatro veces como imperator en este año.
La primera, que dirigía personalmente, llegó al menos hasta Nisibis, al marchar por la orilla izquierda del Tigris, usando botes remolcados desde la orilla para transportar sus pertrechos,[54] e invadió Adiabene, mientras que la otra columna siguió el valle del Éufrates e invadió la baja Mesopotamia.
Además, a su regreso del Golfo Pérsico Dion Casio dice que Trajano se detuvo en Babilonia para visitar la casa donde falleció Alejandro Magno y ofrecer un sacrificio.
[33] Ya el año anterior,incidentes habían estallado en Cirenaica, incidentes que gradualmente se tornaron en una gran revuelta judía que envolvió a toda la parte oriental del Imperio,[61] desde Cirenaica hasta Mesopotamia, a través de Egipto, Chipre, Judea y Siria.
Trajano no podía permitirse movilizar tropas para ayudar a Partamaspates,[66][60] quien fue derrocado por Osroes al año siguiente.
[33] Babilonia, Nisibis y Edesa rápidamente volvieron a estar bajo el control romano.
[73] Fue en esta ocasión que Adriano fue nombrado gobernador de Siria sustituyendo a Cayo Julio Cuadrato Baso.