Carlos de los Heros

Ese mismo año, junto con otros marinos, se embarcó rumbo a los Estados Unidos con la misión de conducir al Callao los monitores Manco Cápac y Atahualpa, sirviendo en los vapores remolcadores Marañón, Reyes y Pachitea.

El 16 de mayo, el Huáscar salió en campaña para romper el bloqueo impuesto a Iquique.

Luego regresó al Huáscar, donde asumió el comando de las baterías emplazadas en cubierta.

El 10 de ese mes, encontraron en Iquique a la cañonera Magallanes y al transporte Matías Cousiño.

A fines de julio, el Huáscar capturó varios buques chilenos, como la Adelaida Rojas, E. Saucy Jack y Adriana Lucía.

En plena campaña, le escribió a uno de sus hermanos estas frases que serían premonitorias: “Mi puesto, querido hermano, es el de la muerte, pero no creas que esto me arredre.

No, bien al contrario, cuando suena la corneta de zafarrancho, y me encuentro en la cámara, subo la cuesta del calvario con la mayor tranquilidad y lleno de alegría, porque sé que al llegar sobre cubierta, la patria recogerá mis servicios.

Ser del Huascar, es un título que no se compra sino con la sangre.

Los corazones peruanos servirán de adoquines en las calles donde ustedes pasen en Lima el día que nos traigan la última victoria, envuelta en nuestro pabellón nacional.

Luego Carlos de los Heros se ofreció como voluntario para remolcar el torpedo.

Posteriormente el Huáscar se dirigió a puertos al norte de Antofagasta donde capturó nueve lanchas.

Este disparo atravesó la chimenea del monitor y mató al teniente De los Heros, destrozando totalmente su cuerpo.

El almirante Miguel Grau manifestó su pesar por esta pérdida en el parte del Combate y en la carta que escribió al padre (ver enlace externo).

El busto de Carlos de los Heros se encuentra en el Paseo de los Héroes Navales en la Avenida Paseo de la República.