Casa Trinxet

Las pinturas murales son obra de Joaquín Mir Trinxet, tras su viaje a Mallorca con Santiago Rusiñol en 1901.

El propio Gaudí intervino en la decoración de dos establecimientos comerciales en el paseo: la Farmacia Gibert y el Bar Torino, ambos desaparecidos.

[6]​ El fuerte impulso de la burguesía barcelonesa resultó clave en el desarrollo y pervivencia del movimiento modernista que en Europa terminó alrededor de 1905, mientras que en Cataluña duró una década más.

[7]​ En 1898, el industrial chocolatero Antoni Amatller, aficionado a la fotografía, a los viajes y coleccionista de vidrio antiguo, adquirió un edificio anodino de 1875 para trasladar su residencia principal.

El arquitecto hizo en la Casa Amatller una reinterpretación personal del gótico con una obra que buscaba la excelencia, pese a que los elementos del lenguaje gótico estaban siendo abandonados por la mayoría de arquitectos.

En la planta noble, las figuras de las ventanas recrean las fantásticas y grotescas criaturas que poblaban palacios e iglesias góticas.

Arquilla y mesitas de la Casa Trinxet, hacia 1906
Apeadero de la calle de Aragón y Paseo de Gracia en 1902.