Su singularidad estriba en su notable sistema defensivo, más si se tiene en cuenta el pequeño recinto al que daba cobijo.
[4] Son varias las prospecciones realizadas en este yacimiento, sin que hasta la fecha haya sido detectado ningún resto óseo perteneciente a sus moradores.
Para acceder al yacimiento desde la A-52, se ha de tomar la salida 106 hacia Lubián y coger la carretera que va a Hermisende.
[5][6] La zona arqueológica quedada delimitada al norte, oeste y sur por el río Tuela.
El flanco este, único que permitía un fácil acceso, fue reforzado con una serie de estructuras defensivas consistentes en piedras hincadas, fosos y murallas.
Con posterioridad, y junto a ellos, se alza la muralla exterior de grandes bloques graníticos, cuyos paramentos todavía subsisten parcialmente, y que da paso al primero de los recintos.
Se caracterizan por ser de planta rectangular con esquinas redondeadas y sin interrupción para la puerta.
[5] Su ubicación aislada y apartada, ha propiciado que este yacimiento haya persistido hasta nuestros días.