Aunque Atenea huyó, él con gran dificultad (por su cojera) consiguió acercarse e intentó poseerla.
Lo puso en una cesta y se lo encomendó a Pándroso, hija de Cécrope, prohibiéndole abrirla.
Las hermanas de Pándroso por curiosidad la abrieron y vieron una serpiente enroscada en el niño.
Se casó con la ninfa náyade Praxítea y en ella engendró un hijo, Pandión.
[3]En el diálogo del Critias de Platón, sección 110a-b, se afirma que estos nombres (entre otros de los tiempos anteriores a Teseo) fueron los que usaron los sacerdotes egipcios cuando narraban a Solón la historia sobre la guerra entre los atlantes y los atenienses