Cneo o Gneo Octavio (en latín, Gnaeus Octavius) fue un político y militar romano del siglo II a. C. En invierno del año 170 a. C. fue enviado a Grecia como embajador con Cayo Popilio Lenas y en 169 a. C., ya de regreso en Roma, fue elegido decemvir sacrorum.
En 168 a. C. obtuvo la pretura y dirigió la flota en la guerra contra Perseo de Macedonia.
Después de la derrota de este en Pidna (168 a. C.) Octavio fue a Samotracia donde se había refugiado el rey macedonio, que se rindió a Octavio, el cual lo trajo ante el cónsul Emilio Paulo que estaba en Anfípolis.
[1] La riqueza acumulada le permitió vivir con esplendor y se construyó una magnífica casa en el Palatino que, según Cicerón,[2] contribuyó a su elección para el consulado.
En 165 a. C. fue elegido cónsul con Tito Manlio Torcuato, siendo el primero de su familia que llegó a esta máxima dignidad.