El efecto corona está causado por la ionización del aire circundante al conductor debido a las heterogeneidades de campo eléctrico[1] en las superficies de los conductores que se producen a altas tensiones, generando diferencias de potenciales localmente altas.
La intensidad del efecto corona, por lo tanto, se puede cuantificar según el color del halo, que será rojizo en aquellos casos leves y azulado para los más severos.
El gas ionizado por el efecto es químicamente activo y durante su ocurrencia se producen gases cómo ozono (O3) y monóxido de nitrógeno (NO) que evoluciona a dióxido de nitrógeno (NO2) y a ácido nítrico en ambientes húmedos.
El efecto corona, de manera controlada, se utiliza en variados procesos industriales, tales como impresión y filtrado.
En el curso de las investigaciones sobre la electroestática en el siglo XVII, se observó por primera vez el mismo fenómeno en laboratorio.
El efecto corona puede ser suprimido utilizando anillos anticorona y pantallas que homogeneicen los perfiles de campo eléctrico en los puntos activos de interconexión.
El efecto corona es un proceso en el cual una corriente eléctrica circula desde un electrodo a alto potencial hacia un medio neutro, ionizando el fluido que cambia de estado a plasma alrededor del electrodo.
Es frecuente encontrar en circuitos y sistemas de distribución y transporte eléctricos elementos que puedan contener puntas agudas o cantos filosos, el campo eléctrico en esos conductores, de estar estos sujetos a potencial, es localmente más intenso por el denominado efecto punta.
El aire que rodea tales puntas y cantos de los conductores se ioniza localmente, por lo que se vuelve conductor y todo el sistema -aire ionizado, conductor- actúa cómo un mismo conductor, pero ahora de apariencia menos aguda (punta más suave), por lo cual, el efecto no se extiende y queda confinado localmente.
Si la geometría del conductor y el gradiente de potencial son lo suficientemente intensos cómo para ionizar y provocar la ruptura dieléctrica del gas en un volumen tal que alcance a otro conductor distinto a menor potencial se producirá una descarga resultando un arco eléctrico.
El efecto corona se da habitualmente en regiones curvas de conductores y electrodos, tales cómo esquinas en punta, puntas agudas, cantos metálicos o cables de pequeño diámetro.
El efecto corona se puede clasificar en positivo o negativo de acuerdo a la polaridad de la tensión en el electrodo que origina el efecto.
El efecto corona tiene variedad de aplicaciones a la industria entre las que se pueden destacar: El efecto corona puede ser usado para generar superficies cargadas, las cuales son útiles en la industria del Fotocopiado.
La fórmula más utilizada para la determinación de la tensión crítica disruptiva es la propuesta por el ingeniero americano F.W.
El factor de densidad del aire se calcula como:
Donde: La detección del efecto corona se está usando como herramienta de diagnóstico para controlar componentes críticos en una red eléctrica.
Las descargas parciales se pueden dar también por defectos estructurales o problemas en el aislamiento.
El método óptico es sin duda el método de diagnóstico de descarga más idóneo y el que ofrece mayor sensibilidad y resolución en todas las condiciones.
Como hemos visto antes la humedad nos perjudica la medición, pero se pueden realizar inspecciones bajo prácticamente cualquier condición climática (sin incluir la lluvia).
Al estar relacionado con el voltaje en lugar de con la corriente, la descarga en corona tiene una apariencia periódica intermitente que corresponden al patrón sinusoidal de la línea.
La corrosión y la erosión debidas al ozono y los óxidos de nitrógeno creados por la corona son procesos que coexisten con la descarga de corona.
Lo primero que se debe hacer es localizar exactamente la fuente de DP buscando la corona.
En estos casos la cámara de efecto corona indica arcos cortos o internos, cemento agrietado o erosionado, junta oxidada, etc. Corona como indicador Como hemos explicado, el efecto corona es una indicador de diseños e instalaciones defectuosos, así como de material deficiente.
Hay muchas más aplicaciones en la industria de la energía que pueden explotarse con esta tecnología.