Efecto de sobrejustificación

Una vez que las recompensas dejan de entregarse, las personas pierden el interés en la actividad y su motivación intrínseca anterior no regresa; además, se deben ofrecer constantemente recompensas extrínsecas a modo de motivación para mantener la actividad.

Esto se interpretó como una evidencia de que la recompensa monetaria extrínseca redujo significativamente la motivación intrínseca para realizar la tarea.

En el tercero, los donantes podían optar entre recibir un pago o entregar una contribución de valor equivalente a la caridad.

Sin embargo, la posibilidad de realizar una contribución a la caridad eliminó por completo este efecto.

[4]​ Según la teoría de la autopercepción, una persona infiere causas sobre su propio comportamiento basándose en imposiciones externas.

La motivación intrínseca aumenta si el individuo interpreta que las recompensas se relacionan con información positiva sobre sus propias competencias y autocontrol de los resultados; al contrario, si interpretan que los resultados indican un control externo, esto disminuye los sentimientos de autocontrol y competencia, lo que a su vez disminuye la motivación intrínseca.

[2]​ Estas conclusiones se desafiaron mediante meta-análisis separados,[8]​ que arrojaron que las recompensas tangibles entregadas por superar a otros y por realizar tareas aburridas (donde la motivación intrínseca es baja) aumentaban la motivación intrínseca.

Por ejemplo, en el estudio de Deci, el incentivo se entregaba en una sesión y luego se quitaba de forma arbitraria a la siguiente, y dicho incentivo no existe en el mundo real.

Estos hallazgos se oponen al mecanismo psicológico sobre los efectos que Deci y sus colegas declaraban en el pasado.

Además en los últimos 30 años, algunas revisiones académicas destacadas han confirmado que los incentivos monetarios aumentan significativamente el rendimiento.

[13]​ Además, algunas actividades requieren un nivel significativo de habilidad o compromiso antes de que sean atractivas para el individuo; en tales casos, los incentivos externos pueden ser útiles para que los individuos alcancen el nivel deseado.

Entonces, se puede suponer que estas diferencias son mucho más importantes entre niños y trabajadores.

Esto también tiene numerosas repercusiones en el sistema educativo, ya que parece perjudicar el interés espontáneo que el niño tiene en el propio proceso de aprendizaje y, en vez de esto, fomenta una motivación basada en recompensas extrínsecas.

[15]​ Cuando la tarea no es atractiva y la motivación intrínseca es insuficiente (por ejemplo, tareas domésticas), las recompensas extrínsecas son útiles para fomentar un comportamiento.

Por otra parte, las recompensas dependientes de tarea, como el salario que se entrega por realizar o completar una tarea, se experimentará como un elemento de control y, por ende, tendrá un impacto negativo en la motivación intrínseca.

[18]​ El término ludificación se refiere a la aplicación de elementos del diseño de juegos en entornos no lúdicos[19]​ para impulsar la participación, a menudo para promover un mayor compromiso con el entorno no lúdico mediante recompensas simbólicas, como puntos, medallas o dinero virtual.

Sin embargo, numerosos académicos y otros críticos han planteado ciertas preocupaciones, ya que estas recompensas podrían ser contraproducentes debido al efecto de sobrejustificación.

[20]​ En estos casos, el efecto de sobrejustificación no se produce si la recompensa es inesperada y de poco valor, funcionando en este caso como un refuerzo positivo por haber completado la tarea lúdica, sin llegar a producir una motivación extrínseca.

Entre los atletas profesionales reconocidos, cuyos rendimientos han disminuido después de un gran contrato, se encuentran: Álex Rodríguez (MLB), Albert Pujol (MLB), Wayne Rooney (Premier League) y Albert Haynesworth (NFL).