El martirio de San Andrés (Rubens)

Fue colgado de la cruz tanto pero sin clavarlo a ella, para que tardara más en morir y así prolongar su sufrimiento.

[…]Yo no bajaré vivo de aquí; ya veo a mi Rey que me está esperando”.

Al decir estas palabras San Andrés quedó envuelto por una luz venida del cielo y acto seguido el apóstol murió.

Esta obra maestra pertenece al periodo final del artista, que terminó el cuadro un año antes de su muerte en 1640.

En 1978 ingresó temporalmente en el Museo del Prado, Madrid, y desde 1989 se encuentra en la Fundación Carlos de Amberes.