De hecho, los partidos formaron dos bloques en torno a estas dos opciones.
Desde el primer momento, estas elecciones municipales no trataron de elegir concejales y alcaldes, sino que se convirtieron en un auténtico plebiscito entre monarquía y república.
Desde el diario monárquico ABC, se ve como una grave situación el triunfo de las candidaturas republicanas.
(Federación Universitaria Escolar), teniendo un gran protagonismo en diferentes movilizaciones de estudiantes.
Para el historiador Tuñón de Lara, la casi totalidad de los grupos familiares, que tenían en sus manos la economía nacional, apoyó hasta el último día al rey Alfonso XIII.
En Galicia, la propiedad de la tierra estaba muy dividida en pequeños minifundios que apenas daban para vivir, mientras en Andalucía y Extremadura se daba la situación contraria, pues había pocos propietarios dueños de grandes extensiones y unos obreros agrícolas sin propiedad con unas duras condiciones de vida y trabajo.
Mientras tanto, la iglesia seguía manteniendo un gran poder teniendo un control total sobre la enseñanza.