Gabriel Moreno del Christo

En esta institución, fue alumno del presbítero Elías Rodríguez y Ortiz, el primer rector.

Contribuyó a celebrar la segunda proclamación de Báez como presidente en octubre de 1856, celebrando una misa donde destacó las virtudes del mandatario, comparándolo con el emperador romano Constantino el Grande.

Su impacto fue tan positivo que Barnabò y Pacca lo felicitaron calurosamente por la benevolencia que Pío IX sentía por el «joven sacerdote», como lo llamaban en el Palacio Apostólico.

Gabriel Moreno del Christo, ya ataviado como monseñor, tuvo una extensa audiencia con el papa, quien le regaló una camándula de oro y perlas con una cruz de malaquita.

Fernando Arturo de Meriño, quien previamente había apoyado su proceder, fue quien denunció su escandalosa conducta.

A pesar de las amonestaciones, Moreno del Christo persistió en su conducta.

Al recibir la correspondencia del cardenal Prefecto de Propaganda Fide, Meriño comentó que el padre Moreno aceptó la medida.

El monseñor elogió la acción del presidente al colocar al pueblo bajo el amparo de Isabel II de España, asegurando la religión, la libertad y la identidad nacional española.

Por esos días, las autoridades españolas lo agasajaron en un acto celebrado en el Palacio de Gobierno.

Ese mismo año, viajó a La Habana, llamado por Francisco Serrano y Domínguez, gobernador de Cuba.

[3]​ En 1874, fue elegido diputado por la Provincia de Santa Cruz del Seybo, manteniéndose en su escaño hasta 1875.

En 1886, el presidente Alejandro Woss y Gil lo nombró Enviado Extraordinario de la República Dominicana ante Francia, encargándole felicitar a Jules Grévy por su reelección a la presidencia de la República Francesa.

En París, Moreno llevó una vida mundana, alejándose del ideal de su ministerio sacerdotal.

[4]​ El 26 de octubre de 1905, falleció en su natal Santo Domingo, y fue sepultado en la Iglesia Regina Angelorum, el mismo lugar donde había celebrado su primera misa.

Santuario de San Dionisio (Higüey) en el que resguardaba la venerada imagen de Nuestra Señora de la Altagracia . Fue la primera parroquia donde el Padre Gabriel Moreno del Christo ejerció como párroco.
Padre Gabriel Moreno del Christo con condecoraciones.
El Padre Gabriel Moreno del Christo era tuerto y usaba gafas.
El Padre Gabriel Moreno del Christo envejecido.